Sala pequeña, cómoda, íntima. Dos sillones, una mesa de centro, lámparas. Carro de servicio con vinos y hielo. Entra el Ganster. Va vestido al estilo mafioso de la época Al Capone. Se ve tenso, de mal humor. Canta un estribillo de “O Sole Mío” mientras de un maletín saca una caja de puros, una pistola, una navaja de botón automático, un paquete de droga, gruesos fajos de dólares. En el bolsillo de su saco busca un pequeño estuche personal: aspira cocaína. Bebe Whisky. Activa la radio y se escucha la Vida en Rosa con Louis Armstrong. Entre tanto ha consultado insistentemente su ostentoso reloj de oro.

Texto dramatúrgico de Xavier Araiza

A la memoria de Jean Genet

PERSONAJES: Greta Garbo, La Señora, Clara, Solange

(Casa moderna de familia de altos ingresos económicos. Muebles de diseño y factura cara. EL Señor se encuentra en la sala, vestido a la manera de Greta Garbo, la Diva del Cine. Frente al espejo se ajusta el vestido, el maquillaje, la peluca. Horrorizada lo observa la Señora, y divertidas sus dos sirvientas)

(Escena bochornosa en pleno encuentro internacional de presidentes hispanoparlantes)

Texto dramaturgico de XAVIER ARAIZA

Juguete cómico con escena real y trama teatral entre Hugo Chávez y el Rey Juan Carlos, protagonizado en la XVII Cumbre de presidentes iberoamericanos celebrada en Chile, el 10 de noviembre de 2007. El intercambio absurdo, histórico, le dio vuelta al mundo, transmitido por los medios televisivos tradicionales y las redes de internet. Para la diversión del lector y posible público en el espacio teatral, hemos enriquecido la escena con diálogos imaginarios y sucesos posteriores a la Cumbre, propios de la licencia poética de la escritura dramaturgica.

 

PERSONAJES: Primitivo, Pancracio, Sam, Lucita, Dane, Carito, Doctor Insólito, Director de cámaras, Moderadores, Maestro de ceremonia.

Un set de televisión con siete transparentes y sencillos atriles, cámaras, muebles, utilería, monitores, cables. Instalacion y juego de luces dispuestas como para un espectáculo teatral. Una gran pantalla exhibe constantemente los rostros de los invitados al debate. En alto volumen se escucha el corrido de Regiolandia. A la derecha del escenario se ve una plataforma alta con el podio dispuesto para los moderadores del debate. A la misma altura y a la izquierda del escenario un atril muy vistoso con el logotipo de la televisora donde actuará el Maestro de Ceremonia. Por separado, sin coincidir en la entrada van llegando tres mujeres y cuatro hombres aspirantes al gobierno de Regiolandia. Cada aspirante es flanqueado y cargado en vilo por sus séquitos de maquillistas y asesores que corrigen algún detalle del rostro, las pelucas, la vestimenta. Los colocan frente al atril que identifican con su nombre y una foto muy retocada que les favorece la edad y presenta como damas guapas y caballeros galanes. Ningun saludo, ninguna muestra de cortesía entre ellos. Se mantienen con la vista fija al frente, como maniquis. Sus asesores dan el último retoque al maquillaje, que será muy obvio y exagerado, como en el teatro cabaret o el estilo de las Divas y Divos del teatro y el cine. Algunos reciben papeles, consejos al oído, ciertas indicaciones. Aún frente a sus asesores, los candidatos mantienen la pose de maniquis. Ninguna postura relajada, normal. Así actuarán durante toda la grabación. Darán la sensación de ser muñecos del Gran Guiñol.

 

 

PERSONAJES: Karl Marx / Mijail Bakunin

(NOTA.- Ésta pieza fue estrenada mundialmente en Theatron Espacio Escénico, el 6 de junio de 2018, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. México).

Taberna “Los demonios”. Pequeña, austera, solitaria, en penumbra. Una mesa, barra con espejo, botellas de vino. Entra a escena el actor que hace el papel de Marx. Activa su celular, hace una llamada sin respuesta, busca la canción “Satisfaction” de Rolling Stones. Enciende las luces. Frente al espejo de la barra revisa su barba leonina, termina de ponerse el saco, da un retoque al maquillaje, al cabello. Cambiando su gesto va entrando en el papel del personaje. Ya en plena actuación, examina las botellas de la barra, sirve un trago de vodka. Se coloca en una mesa. Bebe, enciende un puro, revisa su manuscrito. A continuación llega apresurado el actor que hace el papel de Bakunin. Se le ve nervioso y apenado por el retraso. Lleva un grueso abrigo y gorra en la mano. Ignora a Marx que sigue concentrado leyendo. Bakunin rápidamente se pone el saco, examina su maquillaje.

 

 Entra la loca vestida con elegancia pasada de moda, en su cabeza un sombrero de hombre tipo gágnster. Se le ve desaliñada. Arrastra una grande y maltratada maleta. Lleva un bolso personal, un paraguas nuevo. Como si fuera directora de escena detallista, profesional, inspecciona y ajusta la ubicación del mobiliario y la utilería: un taburete, dos sillas, un pedestal de mediana altura, una mesa pequeña, un espejo de cuerpo entero, cenicero, un muñeco con rasgos de Sigmund Freud, un cofrecito con el tarot de Marsella, bolsa de maquillaje. De la maleta saca un torso de maniquí femenino, herido, manchado de sangre, recién curado con gasas y vendajes. Lo coloca en el pedestal frente al público. Ella se sienta a un lado simétricamente. 

Texto dramatúrgico de Xavier Araiza

Un consultorio con atmósfera que cambia de la penumbra al tono color sepia. Al centro un diván, un sillón, una pequeña mesa. Colgado de una pared el diploma profesional donde se lee claramente la frase "Padre del Psicoanálisis". En otra pared empotrado un espejo de cuerpo entero. Entre los efectos del alcohol y el insomnio, un intelectual que visita como paciente el consultorio de Sigmund Freud. Se ve tendido en el diván, boca arriba, mirando fijamente sombras en movimiento que se dibujan en el techo. Entra el doctor Freud. Se ve de mal humor. Viste traje blanco impecable, camisa blanca, moño blanco, zapatos blancos, sombrero blanco. Lleva un puro en una mano, sin encender. En la otra un celular. La atmósfera es extraña, como un sueño, una escena que a veces se mueve en cámara lenta. Diálogos surrealistas.

 

* En 1983 escribí esta pieza teatral inspirada en los sucesos de la represión a los universitarios críticos y movimientos sociales que no se dejaban avasallar por el gobierno y los intereses empresariales. Editorial Castillo la publicó en 1985. Desde el inicio de los años 80 gobernaba la Uni un rector que idolatraba a los alemanes del Tercer Reich, anunciaba el "sano espíritu feudal" y la implantación del Big Brother que, desde el octavo piso de rectoría (mirador panóptico) vigilaba y castigaba estudiantes, profesores y trabajadores de la Universidad de Nuevo Léon que no comulgaban con el espiritu medieval. Simultaneamente, en el gobierno estatal despachaba un político priísta arcaico y represivo que desde 1971, año del fatídico Jueves de Corpus en el Distrito Federal, se le conocía como Halconso Martínez Domínguez.

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