Una metrópoli desierta. No circula gente en las calles, en las plazas, en los restaurantes, en los bares, en los teatros, en los lugares públicos. En la estación central de trenes, no se ven pasajeros llegando o saliendo de viaje. Sentado y solitario en la enorme sala de espera, Lenin lee "Un mundo feliz", la novela de Aldous Huxley. Por la entrada principal entra Lennon, con una guitarra en la mano. Se dirige directamente a Lennin.
LENNON: Hola, amigo...
LENIN: Hola...
Se observan detenidamente.
LENNON: ¿Lenin? ¿El ruso Vladimir Ilich Lenin? ¿El revolucionario?
LENIN: El mismo...¿Ringo?...
LENNON: (Divertido) No, ése es otro. Amigo mío...Soy Lennon, John Lennon.
LENIN: Sí, sí, el músico... te reconozco. El rebelde del cuarteto de Liverpool, el compositor de "Héroe de la clase obrera", pareja de la china...
LENNON: Japonesa... Yoko Ono...
LENIN: Ah, Yoko Ono, sí... Escucho mucho a los Beatles, me gustan... Antes tenía prejuicio, no entendía el Rock. Fui formado en la música clásica, en mi país hay excelentes músicos clásicos, de conservatorio... gracias a dos grandes escritores latinoamericanos que hablan muy bien de los Beatles, me entero la curiosidad por escucharlos atentamente.
LENNON: ¿Y quienes son esos grandes novelistas bitlemaniacos? Hay muchos. Políticos también hay. No sé se diga ciudadanos de todos los credos y colores.
LENNIN: Bueno, el argentino Borges, y el colombiano García Márquez, hablaron muy bien de su música. (Silencio)
LENNON: (Pulsa la guitarra. Saca algunas notas) Parece que estamos solos en la estación. No hay pasajeros, trabajadores...
LENNIN: La ciudad está paralizada... el Coronavirus...
LENNON: La pandemia... nunca imaginé que un virus paralizaría al mundo y pondría en crisis al capitalismo.
LENIN: Ni el camarada Marx imaginó éste fenómeno.
LENNON: Un fenómeno que parece un sueño...
LENIN: Un pesadilla que le pondría los pelos de punta al mismo Freud...
LENNON: Los pelos y la barba de puntas... la realidad cruda llegará cuando termine la pesadilla... todo el mundo cantará ¡Help!... ¿Qué hacer, Lenin?
LENNIN: ¿Qué hacer?... con esa pregunta escribí y titulé un libro mío, muy leído, que trataba sobre la crisis sin aparente salida, antes de la revolución en mi país, a principios del siglo XX.
LENNON: Leí tu libro en la época de mi radical crisis existencial, cuando percibí el principio del fin de los Beatles, que llegó a ser más célebre que Jesucristo en los años sesenta del siglo XX...
LENIN: Eso es verdad. Me consta. Su música la escuchaban cristianos, musulmanes, judíos, ateos... creyentes que nunca irían a los templos de la competencia... se te fueron encima cuando hiciste esa declaración sobre la popularidad de Jesucristo y los Beatles... los reaccionarios fundamentalistas quemaban en hogueras los discos, como lo hacían los nazis con los libros. Paul, George, Ringo y tú iniciaron una revolución cultural y musical que perdura en el siglo XXI. Trotski, Sinoviev, Kamanev, otros camaradas y yo iniciamos una revolución que también cambió el panorama de la historia... ustedes musicalmente, nosotros con las ideas filosoficas y políticas, conectamos con millones de ciudadanos del mundo...
LENNON: Hay un excelente libro titulado "Los diez días que transformaron el mundo", escrito por mi tocayo, el periodista norteamericano John Reed. Trata sobre la revolución en Rusia. Lo leí cuando viví en Nueva York y empecé a protestar contra la Guerra...
LENNIN: (con ironía) ¡Así que somos dos revolucionarios solitarios, perdidos en el mundo vacío de la pandemia Coronavirus! (ambos ríen. Silencio)...
LENNON: Te ves preocupado...
LENIN: Pensaba que hubo tiempos muy oscuros en Rusia. Vigilancia policíaca del gobierno sobre los ciudadanos. Recuerdo que era necesario disfrazarse para reunirse con Trotsky y otros camaradas opositores. Eso empezó en los años veinte.
LENNON: ¿Y eso te preocupa en pleno siglo XXI, cien años después?
LENIN: ¡Por supuesto! La policía de Stalin vigilaba como sabuesos tras la presa a los disidentes de su política. La revolución se convirtió en una dictadura. Ahora con ésta Pandemia hay tentaciones dictatoriales que se manifestarán después del confinamiento. Virus y crisis del capitalismo son el huevode la serpiente del neofascismo. Percibo que también surgirá una posible nueva revolución anticapitalista. Viene una nueva época muy agitada.
LENNON: Sé lo que es esa mierda policiaca, esa vigilancia a los ciudadanos que no forman el coro del poder. A mi me vigilaban los halcones del FBI. Querían expulsarme del país...
LENIN: Siempre fue espionaje político el del FBI. Te querían sacar de la escena musical, del activismo con los jóvenes que repudiaban la guerra de Vietnam y al Establishment capitalista. Igual que Stalin sacó a Totsky de la escena revolucionaria. Lo asesinaron en Mexico, en la casa de los pintores Diego Rivera y Frida Kahlo.
LENNON: ¡Qué Jodido está el mundo! A mi me asesinó un psicópata americano, frente al edificio Dakota donde vivía con Yoko y mi hijo pequeño.
LENIN: Hace falta una nueva revolución, no burocrática, una revolución libertaria. ¿Te animas?
 
LENNON: ¡Hagámosla! Imagina una revolución permanente! ¡Estoy puesto!...
LENIN: Entonces vamos con Trotsky. Ya nada pueden hacer contra nosotros los sabuesos rusos y los halcones gringos. (Salen).
LENNON: ¿Invitamos a Bakunin? Yo tengo una vena anarquista...
LENIN: (Ríe) ¡Invitemos al gran Bakunin! Y ya que andamos en el viaje invitemos también al camarada Marx.
LENNON: Y como dice ese tremendo clásico alemán: "Somos fantasmas que recorren el mundo"... (Ambos ríen. Señala el libro) ¿Y qué lees, Lenin?
LENIN: ¡Ah, una buena novela! "El mundo feliz" de Huxkey ¿la leíste?
LENNON: Excelente novela, de mi compatriota Aldous Huxley. Se publicó en los años 30.
LENNIN: Es una metáfora de lo que sería el capitalismo en el siglo XXI... el sistema que hoy se precipita el abismo.
LENNON: Lo terrible es que toda la humanidad va en ese tren hacia la estación "Abismo". Y no sólo es el sistema de la usura económica...
LENIN: Si no inicia pronto una revolución libertaria mundial, en el horizonte se ve el fin de la historia con el calentamiento de la atmósfera, una guerra nuclear, una pandemia más devastadora que el Coronavirus que nos tiene aquí solitarios esperando el tren... ¿a propósito, hacia dónde vas John?
LENNON: Voy a tocar en el purgatorio... soy invitado a una fiesta del Marqués de Sade que le organizan sus amigos filósofos... aprovechando el viaje, Marlen Dietrich me invitó a tocar en el Ángel Azul, su cabaret instalado ahí en el purgatorio. Ya sabes que allá no hay contagios, no hay enfermos, la muerte no existe...
LENNIN: Tampoco en el infierno, a donde voy. Me invitan unos revolucionarios que luchan contra Diabliño, pretenden derrocarlo de su trono. Lo acusan de tirano... En el paraíso también hay movimiento. Me informan amigos que hubo una rebelión encabezada por los ángeles; ya no toleran el patriarcado y demandan otra constitución y leyes que condenen el machismo y establezcan el derecho a la diversidad sexual. Las mujeres son las más combativas contra el imperio de Deus...
LENNON: Pues si que esta convulsionado el universo... ¿y que nombre tiene tu tren, Vladimir?...
LENIN: ¿Qué nombre?...
LENNON: Sí. Ya ves que hay una pieza de teatro y una película que llevan por nombre "El tranvía llamado deseo". Mi tren también lleva título...
LENIN: Eso es extraño, pero divertido... ¿Como se llama tu tren...?
LENNON: Submarino Amarillo...
 
LENIN: (Ríe) ¿Submarino amarillo? ¿cómo la canción?... ¡Eso es surrealismo! ¡Un submarino por las vías del tren!...
LENNON: Surrealismo puro... acto psicodélico... ¿cómo se llamará tu tren...
LENNIN: (Reflexiona) Me sorprendes... lo pienso...mmm... tal vez... "La nube en pantalones"...
LENNON: ¡Excelente nombre para un tren!. A mi me gusta mucho ese poema de Mayakovski. Es tambien una imagen surrealista...
LENIN: Pero ya que se trata de naves marinas en caminos del ferrocarril, tengo un mejor nombre: podría llamarse... "Acorazado Potemkin""... como el barco símbolo de la rebelión revolucionaria en mi país. El cineasta ruso Serguei Esenstein filmó ese hecho histórico. La película se conoce en todo el mundo precisamente con el nombre del famoso acorazado.
LENNON: ¡Pues ya bautizamos nuestras naves! ¡Surrealista, la mía! ¡Revolucionaria, la tuya! (Ríen. Silemcio)
(Se escucha el lamento de un tren. En la pantalla de informacion se lee que el pasajero John Lennon tiene quince minutos para abordar el "Yellow Submarine" con destino al Purgatorio. Acceso por el andén 1980)
LENNON: Es mi tren... ¡Vladimir, una grata sorpresa conocerte y conversar contigo! Que pases una buena temporada en el infierno.
LENIN: Un gusto saludarte, John. Buen viaje ¡Y diviértete en la fiesta de Sade y sus amigos! (John se aleja hacia el andén)
Lenin queda solo en la sala. Retoma la lectura de "El mundo feliz". En seguida se escucha otro lamento que viene del estacionamiento de trenes. En la pantalla se lee que el pasajero Vladimir Ilich Lenin tiene quince minutos para abordar el tren "Acorazado Potemkin", rumbo al Infierno. Acceso por el andén 1917.
Por el altavoz se escucha la canción "Imagine", de John Lennon.
 
FIN
 
 
Mayo 12 de 2020
 
NOTA.- Interesados en publicar o montar en escena la pieza teatral, favor de solicitar información por Inbox y en el correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..